Nunca quiso ser actriz, pero sucumbió a la fascinación del “negocio familiar” y terminó picando el anzuelo de la farándula. La protagonista de la serie “Gossip girl”, y pareja reciente de Leonardo DiCaprio, protagoniza la adaptación al cine del cómic “Linterna verde” junto a Ryan Reynolds. Abran paso, porque aquí huele a estrella.
Es temporada de desfi les en Nueva York y en los pasillos de los estudios Milk el caótico trasiego de estilistas, relaciones públicas y modelos es incesante. Blake Lively pasa a nuestro lado y apenas llama la atención: parece una maniquí más entre el esbelto rebaño de bellezas. Altísima y delgada, camina con soltura sobre los infi nitos tacones de sus botas de mosquetero. Lleva el ofi cio en las venas. Su madre, Elaine, era modelo y el resto de su familia –sus cuatro hermanos mayores y su padre, Ernie– son actores. Ella intentó navegar a contracorriente, pero no lo logró.
La insistencia familiar pudo más y al fi nal se presentó a regañadientes en el casting de la comedia juvenil “Uno para todas”. Sin saber qué hacer, entró, dejó su foto sobre la mesa y se dio media vuelta. Así consiguió el papel. Poco después, selló el pasaporte a la fama gracias al personaje protagonista de la serie “Gossip girl” y se ganó el respeto de la crítica gracias “The town”, dirigida por Ben Affleck Con sólo 23 años ha estampado su fi rma en una potencial franquicia, “Linterna verde”, que se estrena este fin de semana en España.Viste de negro de pies a cabeza –botas, leggings y jersey oversize–, un look sorprendentemente sobrio para una fashionista declarada como ella. Sin apenas maquillaje, juega con su melena ondulada y dice que es enfermizamente tímida, pero no resulta creíble porque es simpática, risueña y repite sin cesar que es feliz.
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